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La Voz del Tolima, la emisora que todos quieren

Por : Sofía Del Pilar Ariza Díaz. 

Escucha un pequeño video del locutor  de la emisora "La voz del Tolima", Edgar Antonio Valderrama Zabala 

A una cuadra… estaba justo a una cuadra de la emisora que todos quieren, a una cuadra de entrar a los 55 años de experiencia en el periodismo radial, a tan solo una cuadra, llegué al lugar equivocado. Esperé ansiosa al director y locutor de la radiofonía “La voz del Tolima”. Lo llamé preocupada para confirmar y recordar la cita a las 10:00 a.m, ya que la recepcionista del edificio Pompona, me dijo que  estaba confundida de sitio. Observando la gente caminando en una de las zonas más transcurridas de la ciudad de Ibagué, llegó vestido completamente de negro, con su chaqueta de cuero, con una sonrisa de lado a lado y con una voz fuerte. Estrechamos las manos y con un cordial saludo me recibió Edgar Valderrama Zabala.

Ubicado en la doce con primera, diagonal a la Clínica Tolima, la Voz del Tolima lleva 37 años en la dirección de Edgar Valderrama, uno de los locutores más apasionados y más escuchados enla región.

Audio #1, la voz del tolima en vivo

-“En la actualidad hay una proliferación de emisoras. Los muchachos hoy en día no tiene conocimiento de los personajes más destacados como Enelia Cabiedes, la primera dama de la radio o Edgar Antonio Valderrama -exclama con entusiasmo-  ¡No ese lo estamos escuchando hace 50 años!”, dijo entre risas.

Su trayectoria inicia en 1963, es decir, ya 55 años ejerciendo la profesión del periodismo. Siendo muy niño incursionó en la radio por primera vez, en abril de ese año, la cual se llamaba en ese tiempo la Voz del Nevado.  

"Ese día arrancamos con tres personajes: Jorge Varón Ortiz, de televisión; Carlos Alberto Rodríguez Lugo y yo. Éramos estudiantes todavía de bachillerato y necesitábamos la aprobación de nuestros padres para trabajar desde las 9 p.m  hasta medianoche; lo llamábamos “el turno de las nocheras”, dijo Edgar recordando aquella época.  

-Nosotros nos hemos levantado aquí en el centro de la ciudad, exactamente en la calle 13 con Tercera y Cuarta,  en una vieja casona en la cual vivía uno de los hombres más importantes de la radio del Tolima: Luis Eduardo Ruiz Rubio, narrador de Ibagué y una de las voces más sonoras de las transmisiones de ciclismo. El señor Valderrama se sentaba en el andén y veía salir a Ruiz todo encorbatado y  con vestido de paño "porque en esa época había un respeto infinito por el periodismo y el periodismo tenía un respeto infinito con el oyente,  con el radio escucha y con el lector. Prendíamos la radio y lo escuchábamos a él narrando fútbol, haciendo programas en la noche de boleros, y nos preguntábamos: ¿cómo podríamos ingresar a esa profesión? Empezamos a buscar y fue ahí que encontramos a Egidio Fajardo que nos dio la oportunidad, cuanta  Valderrama.

Equipo de trabajo en la voz del Tolima, al fondo se aprecia a Edgar Valderrama. Foto tomada por: Sofía Ariza Díaz.

Empezó  hacer narración deportiva. Era locutor de fútbol, ciclismo, baloncesto y atletismo, hasta que comenzó en Caracol a hacer periodismo. Se especializó en redacción, poco a poco escribía en los principales diarios; fue corresponsal de El Tiempo, de la revista Cronómetro,  del Pueblo de Cali y El Colombiano de Medellín. Trabajó en el Noticiero de las Siete, a nivel nacional de telediario; fue jefe de redacción del periódico El Cronista de la ciudad de Ibagué, y formó parte de los principales noticieros de Caracol. Estuvo al lado de unas figuras enormes como Ovidio Peter Charria y Eucario Bermúdez, la flor y nata del periodismo de Caracol en esa época. Fue el creador del concurso de música campesina en el Departamento, y logró llevar a tarima a más de 2.500 grupos campesinos, recorrer los 47 municipios del departamento del Tolima y saber que "en cada pueblo salen 3 mil o 4 mil personas a ver lo que uno hace y aplaudir lo que uno dice, eso es muy especial. En fin… en cuánta vaina había, ahí estábamos".

Escuchando y divirtiéndome de las anécdotas que me comentaba, pude observar un viejo radio, dos teléfonos de las década de los 70 y un computador. Nos acercamos y me enseñó su programa para escuchar y editar las notas que se iban a transmitir en el horario del medio día llamado “Sucesos y Noticias”.

"Los medios de comunicación son una ilusión enorme,  el  solo hecho de tener uno la posibilidad de que la gente lo escuche a través de una radio o que lo vean en un programa de televisión, o lo lean a través de un artículo de un periódico, llama poderosamente la atención", decía, mientras editaba los audios de su equipo periodístico.

"En el momento en que usted entra a un medio de comunicación es un virus, eso se le pega a uno y ya no quiere volver a salir. Lo único que queda es prepararse. Nosotros somos unos lectores inalcanzables; a esa altura, ya habíamos leído los clásicos de literatura, escuchábamos música culta, nos controvertíamos en algunos temas y analizábamos todo lo que pasaba a nivel nacional", explicaba, mientras nos dirigíamos a la cabina de radio donde se ubicaba el máster, y los locutores que acompañan a Edgar Valderrama para salir al aire.

Audio #2, En vivo en la voz del Tolima

Audio #3, en la sección "Trapitos al aire"

Dice Carlos Antonio que antes de iniciar con los temas del día,  el periodismo es dominar el idioma, saberlo escribir, saberlo llevar, saberlo plasmar en un escrito, hacer un editorial,  hacer un comentario de un momento  a otro, "que fue a lo que nos acostumbramos nosotros". 

Y al preguntarle sobre el oficio del periodista en la actualidad, dice que "hoy en día no hay exigencia; la inmediatez de la prensa ha sido igual toda la vida, usted sabe que en un periódico le cierran a las 9 pm por tarde, después de esa hora no se pueden hacer cambios y lo que fue ¡¡fue!! Recuerda Valderrama, cuando "nos cogían la nota y la rompía el editor  en nuestra cara y las botaba y eso era para ya. En conclusión, se hace periodismo o se hace periodista para la comodidad empresarial, para comodidad política, para la comodidad del Estado, o se hace periodista para informar, para llegar al pueblo, para que uno sienta que está comprometido con la comunidad y no con ninguna persona. El periodista tiene la obligación de descubrir la información que la comunidad requiere y que uno necesita manifestar".

En cinco minutos empieza el programa, miré el reloj que colgaba al frente de la mesa de trabajo, me invitó a la transmisión y me senté junto a él. Como última pregunta: ¿Qué se necesita para ser un buen profesional?

-Junto sus manos, sonrió y me miró-

- Estudiar y leer. No contentarse, ser inconforme, escudriñar, preguntar. A la gente muchas veces le da pena preguntar. Preguntando es que se aprende, y si uno está en un error lo corrige. Pero nunca olvidar la rutina diaria de leer.

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