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La locución, un camino de transformación

Por: Sebastián Urán Castiblanco

Una vida cargada de trabajo, de viajes, de compromisos y hasta de fiestas se pueden convertir en ingredientes que llegan a detonar en caos contra una persona. Esto le sucedió a Oscar López, consagrado locutor, que decidió hace un tiempo, escaparse de lo trágica que se puede tornar la ciudad, hacia el campo. Decidió estar rodeado de montañas, de árboles frutales, de animales, de campesinos, que quizá no tienen  el nivel académico de las personas con las que convivió durante su vida en los medios, pero que pueden llegar a enseñar cosas que ninguno de los “encorbatados”, podría haberle enseñado.

Por esas casualidades del destino, Oscar López se hizo amigo cercano de mi abuelo, un experimentado hombre que gusta de pasear en su bicicleta por el Cañón Del Combeima. Él emocionado me comenta que visitará la casa de un locutor amigo, de esos de hace más de 30 años, sabía que me interesaría mucho conocer una persona con un bagaje tan amplio en el mundo de los medios, el mundo que amo.

 

Después de varias reuniones familiares que tuvimos en esta finca, nunca había tocado el tema de los medios y la locución con “Don Oscar” como suelo llamarlo, pues me llegaba a sentir intimidado sabiendo que una persona lleva más de 30 años moderando su voz para crear diferentes sensaciones en el público que lo escuchaba. Sabía dentro de mí que en algún punto de mi carrera universitaria debía hacerle una entrevista, debía tener una charla con Don Oscar, debía escuchar las historias anécdotas y consejos de un personaje tan experimentado. En muchas ocasiones busqué un trabajo de la universidad en el cual pudiera realizar alguna producción periodística con la historia de él, hasta que ese momento llegó.

Debía madrugar, pues ese día Don Oscar debía bajar a la ciudad a realizar diferentes diligencias personales. Siendo las 6:00 am suena la alarma de mi celular, la temporada de lluvias apenas inicia, pero ese día, al menos en su inicio, todo indicaba un buen pronóstico. Luego de desayunar, alisto mi cámara y mi grabadora, mi cuaderno de apuntes y por supuesto algo para cubrirme del frío. Siendo las 6:50 pm salgo de mi casa, debía tomar dos buses, el primero me llevaría hasta la Plaza de la 14, donde tomaría el segundo que me llevó hasta el inicio de la trocha hacia la finca de  Oscar López.

El camino hacia la finca de Don Oscar inicia con unas correas de cemento que facilitan el camino para los vehículos, al lado y lado hay pequeñas parcelas y casas coloridas, el verde adorna todo el camino que se va poniendo más difícil a medida que se va avanzado. El barro, las piedras y el agua que cayó durante la madrugada dificultan los 10 minutos de camino que hay hasta mi destino, la inclinación del camino hace que se me dificulte respirar, pero sabía que donde llegaría encontraría a una persona llena de historias y relatos que sirven como consejos para mi vida en los medios que apenas está iniciando.

Antes de ingresar a la Finca llamo a Don Oscar, esta fue la única condición que me puso para realizar nuestra entrevista, pues sus guardianes peludos están al acecho de quien quiera irrumpir en su propiedad. Luego de 3 minutos de espera llega Oscar López, acompañado de su manada de 6 perros que fueron rescatados y regalados. Subimos hasta su casa, un linda construcción en guadua, rodeada de materas con flores, a su alrededor arboles de naranja, banano y guayaba, un sembradío de bambú y mucha naturaleza alrededor.

Cuando llego, me dice que debía irse rápido, pero que al siguiente día podía subir de nuevo. En ese momento creí que había perdido la ida, que no iba a recibir ningún consejo, que no iba a escuchar ninguna anécdota. Pero, de una forma desinteresada, sin tener mi cámara o mi grabadora en la mano, comienzo una conversación informal, preguntándole a Don Oscar sobre sus estudios, en ese momento inicia una de las conversaciones más interesantes que he tenido.

- ¿Don Oscar, usted qué estudió?

 - “Toda la vida he trabajado en los medios, pero realmente mi profesión es ser publicista y productor de radio y televisión”. Con esto inició la improvisada entrevista, una entrevista que en algún momento pensé no lograría, pero resultó siendo de mucha enseñanza.

El loco de la producción radial

fotografía: Sebastián Uráncastiblanco 

Desde muy niño se interesó por ser piloto de aviones, su primer sueño fue dirigir estos pájaros de acero que cruzan las nubes, pero luego de un accidente su sueño se frustro. Más adelante se interesó por ser veterinario, debido al gran amor que siente por los animales, pero este sueño tampoco fue posible.

Sin saberlo guardaba un talento que siempre utilizó de manera informal, pues en las fiestas de su juventud tomaba los micrófonos y anima las fiestas, muchas veces en forma de broma. La música era otra de sus grandes pasiones, siempre se interesó por la historia de los artistas y por los contenidos escritos de los álbumes musicales que guardaban muchos datos interesantes. La combinación de la pasión musical con su hobbie con los micrófonos haría una mezcla perfecta que poco a poco iría descubriendo.

Javier Guevara Cabanillas, fue el hombre que lo inspiró y que con su voz lo atrapaba, con su voz de locutor clásico lo hacía imaginarse cada narración. A los 17 años Oscar López inició su inmersión en el mundo de los medios, en una emisora llamada Radio Fantasía, allí dio sus primeros pasos en cabinas radiales. Alvaro Monroy Guzmán fue uno de sus grandes maestros, una de las personas que más le enseñaría a desenvolverse en el universo radiofónico.

Después de haber pasado por diferentes cabinas radiales y emisoras, ya contaba con un bagaje importante en la producción radial. Gracias a esto logró ser llamado para la emisora Veracruz Stereo, que en esos momentos era una de las más importantes del rock a nivel nacional, pero por cosas del destino los dueños del dial 96.3 le encargaron una responsabilidad muy grande, la de iniciar esta señal en modo de prueba. Toda la estructura inicial, producción de programas, de cuñas y hasta los jingles eran responsabilidad de Oscar López.

Todo tiene su ciclo, de esto estaba seguro Oscar, entonces tomó la decisión de irse para el Ecuador. Allí tenía una hermana, que le brindó ayuda los primeros días de su estadía en el país vecino. Algunos días más adelante fue llamado desde Cuenca, en el mismo país, a trabajar en un proyecto radial en la emisora Ondas Azuayas, más adelante en la emisora Radio Cosmos, El Sonido de la Música Ambiental, “fue una de las emisoras más bonitas en las que pude trabaja y  conocer” narra Oscar López. Cuenta que allí se interesaban por cada día capacitar más a los locutores y demás trabajadores de la emisora, comenta que es algo que en Colombia nunca vio.

En el prontuario de personas con las que trabajó hay grandes nombres como Gustavo Niño “el institucional más grande que ha dado Colombia” al cual tuvo la oportunidad de dirigir. Camilo Pombo, William Vergara y los Sánchez Cristo también hicieron parte de esta lista. Además de trabajar con Hernán Orjuela, que lo apodaría “loquillo”, hicieron el programa Hoy Es Viernes. Además de haber trabajado en Radioactiva.

En la actualidad maneja la producción comercial de Panty Jeans, Mercacentro y otras empresas de la región. Además que de otros departamentos lo contratan para realizar las cuñas de diferentes marcas. En estos momentos Don Oscar no trabaja para ninguna cadena radial, aunque conserva las amistades que hizo durante años, está retirado y ahora solo trabaja de forma independiente.

 

(Observe acá el vídeo perfil realizado a Oscar López)

El periodista es un océano de conocimiento con cinco centímetros de profundidad

 

Le pregunto a Don Oscar sobre los cambios más significativos que él evidencia en el mundo de la radio, abre los ojos, como pensando en los muchos cambios, y dice que el sentido de los programas es totalmente distinto, con fervor critica los programas actuales que se dedican a hablar de cosas sin sentido. Otro de los cambios que para él más importantes es el de la licencia para locutores. Antes debían presentar un examen frente al Ministerio De Comunicaciones donde se evaluaba si era o no apto para ejercer como locutor o en cualquier otro espacio dentro de todo lo que comprende la producción radial.

“Los locutores no necesitan tener licencia". Las personas que ejerzan el oficio de la locución en Colombia, a través de los diversos medios de telecomunicaciones, no necesitan para el efecto contar con licencia expedida por el Ministerio de Comunicaciones, así lo informó ayer el viceministro de esa cartera, José Gregorio Hernández.” (Archivo de El Tiempo, 1991) así se anunciaba por parte de la prensa la cancelación de lo que hasta ese momento era un requerimiento para trabajar en la radio.

Según el profesor Jorge Mendoza “antes era más especializado, si usted sacaba su licencia usted debía decir si era locutor o era periodista. El de locutor era especializado y si quería el de periodista debía seguir otra línea” Oscar López coincide con esta afirmación y es que en esos tiempos, según él, les hacían pruebas de tonalidad, de acentuación y de todas las variantes que puede tener la voz en la radio.

Los locutores y personas que aparecían en la radio en aquellas épocas, debían tener conocimientos de cultura, arte, ciencia etc. Según Don Oscar “los de antes eran personas que leían, que se preparaban, que se informaban de lo que pasaba en el momento.” Ese es uno de los cambios más drásticos que se evidencian ahora, la falta de conocimiento, de interés y de lectura.

Aunque se debe tener claro que un periodista no es el sabelotodo, ni un experto en todos los temas, para profundizar en los temas está el invitado, si se debe tener claro el tema, tener datos, pues como lo dice el profesor Jorge Mendoza “el periodista es un océano de conocimiento con 5 centímetros de profundidad”.

Un consejo final que Don Oscar me da es “viajar, ir a conciertos, salir a la calle, hablar con todo tipo de personas ese tipo de cosas hacen que sus conocimientos crezcan. Además de leer y escuchar música.” Con esta conversación, estas enseñanzas me voy de la finca de Don Oscar, después de un buen tinto, tomo rumbo hacia mi realidad, hacia el caos de esta ciudad en crecimiento, con la mente más clara del pasado que yo, como futuro periodista cargo a mis espaldas, pero con la responsabilidad de llegar a adquirir conocimientos, como esos, los de antaño.

(Escuche acá la entrevista completa a Oscar López)

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