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Periodismo, Pasión o persecución

Por: María Paula Anaya Caicedo

La acción periodística requiere de pasión, el o la que decide ser periodista es porque lo elige, no es una profesión en la que se debe pensar solo en llenarse los bolsillos de dinero, sino de generar contenidas para la opinión pública. Como afirmó Gabriel García Márquez en su obra El mejor oficio del mundo: “El periodismo es una pasión insaciable que sólo puede digerirse y humanizarse por su confrontación descarnada con la realidad. Nadie que no la haya padecido puede imaginarse esa servidumbre que se alimenta de las imprevisiones de la vida. Nadie que no lo haya vivido puede concebir siquiera lo que es el pálpito sobrenatural de la noticia, el orgasmo de la primicia, la demolición moral del fracaso”.

Violación a la libertad de prensa

Obtenida de: http://centroprodh.org.mx/sididh_2_0_alfa/?p=17855

Fue esa pasión, la que hace que hoy 13 de abril de 2018, los futuros y profesionales periodistas están de luto. La cruel realidad que viven los países en conflicto armado, no se puede pasar por alto. Los periodistas deben acercarse lo más posible a la verdad para así compartir productos que las personas, que el público necesita escuchar. Pero, actualmente esto es como “si los pájaros le pegaran a las escopetas”, como si lo real simplemente se tapara con los cinco dedos de las manos. El asesinato de tres miembros del equipo periodístico del diario El Comercio, del país de Ecuador, generó incertidumbre y conmoción en dicho país y en Colombia.

Entonces, la realidad que deben abordar los periodistas, es una realidad sesgada por conveniencias. Solo se puede contar o hablar de temas que no perjudiquen a aquellos cabecillas políticos o de grupos al margen de la ley. ¿Cómo un grupo disidente de las FARC puede ocasionar un conflicto entre dos naciones? ¿Por qué los periodistas o personas vulnerables tienen que pagar por ello? ¿Solo por decir la verdad? Será porque son el eslabón más fácil de capturar, o porque saben que pueden causar un gran revuelo por ser personas que por su profesión tienen una protección especial a la ley, y es más sencillo hacerse sentir.

La libertad de expresión, de presa, el derecho a la vida, el derecho a ejercer su oficio o profesión y el derecho a la verdad se ven aplastados por un conflicto armado que ha existido en Colombia hace más de medio siglo. Por tanto, la frase que se volvió viral “nos faltan tres”, sí, se refería a la expresión de injusta, indignación, violación de Derechos Humanos y a la vida de Javier Ortega, periodista; Paúl Rivas, fotógrafo; y Efraín Segarra, conductor. Quienes con dedicación por años se abrieron paso en este turbulento mundo del periodismo de investigación, pero fue ellos quienes hasta el último día ejercieron su labor.

El pasado 26 de marzo del año 2018, Ortega, Rivas y Segarra fueron secuestrados en la frontera de Ecuador con Colombia, en la provincia de Esmeralda. Emprendieron su viaje hacia esa zona con el fin de realizar un reportaje sobre la presencia de diversos ataques explosivos. ¿Será esta acción tan perjudicial para que ellos fuesen secuestrados? Su único fin era dar a conocer las condiciones de vida de las personas que habitaban allí.

En fin, los periodistas no pueden ejercer su acción investigativa por temor a que su vida corra riesgo, como dirían por ahí “eso es buscarle males al cuerpo”, pero como mencionó al inicio del artículo, el periodista elige serlo. Por tanto, no se deben dejar a un lado los grandes referentes, investigaciones, charlas, cátedras, experiencias, situaciones, desigualdades periodísticas, y uno de los ejemplos más importantes es la FLIP (Fundación para la Libertad de Prensa. Los presentes y futuros periodistas deben luchar por la libertad de prensa, por un periodismo objetivo y que se base en la verdad, por oscura que esta parezca.

“la investigación no es una especialidad del oficio sino que todo el periodismo debe ser investigativo por definición” Gabriel García Márquez (1996).

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