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Colombiana busca oportunidades en  Dinamarca

Por: María Camila Forero

Le escribo a Alejandra de la Roche a través de Facebook para poder apartar una cita y hacerle una entrevista. Desde hace tres meses, vive en Aalborg, una ciudad vikinga de Dinamarca. Entre Colombia y la ciudad donde ella se encuentra, existen siete horas de diferencia. Por ejemplo, mientras escribo este perfil literario, el reloj marca las 4:50 de la tarde, en Aalborg ya deben ser las 11:50 de la noche.

Alejandra terminó la universidad hace 5 años, se graduó de la carrera Negocios Internacionales en la Universidad de Ibagué. Fueron diferentes motivos los que la llevaron a abandonar Colombia, ‘’me cambié de ciudad, mandé hojas de vida a todos los rincones de Colombia donde encontraba algo que me podía servir de trabajo, o sea, algo en lo que pudiera desarrollarme laboralmente, trabajar en la parte internacional porque es la que me interesa y fue imposible’’.

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El tiempo transcurría y ella notaba que nada pasaba. ‘’Me fui a vivir a Bogotá y se supone que es donde uno encuentra trabajo y tampoco, en Ibagué las expectativas eran todavía mucho más bajas, y pues en Colombia, los puestos que hay para eso ya están ocupados y digamos que no sale absolutamente nada más’’. En medio de la espera, surgió la desesperación y el cansancio de buscar oportunidades y no encontrarlas, hasta que llegó un punto en el que se puso a analizar las cosas y dijo: ‘’Bueno, se supone que me gusta la mentalidad internacional, y el mundo es demasiado grande como para yo quedarme  sentada aquí, sin prospectos, con algo que no me está generando oportunidades y con algo que solo me está llenando de frustraciones’’.

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Casos como el de Alejandra son muchos, pues en Colombia la oferta laboral está escasa y los que consiguen empleo es por medio de la famosa ‘’palanca’’. ¿Y qué pasa entonces con los que no tienen palanca? Además, otro inconveniente que se presenta en lo laboral, es que las empresas pretenden pagar a profesionales como si fueran tecnólogos, algo que para mí tampoco es justo. Según ella: ‘’Las oportunidades están en otro lado, entonces empecé a buscar, digamos, lo más fácil que fue la parte del estudio y estudiar algo que satisficiera mis necesidades laborales. Comencé a buscar maestrías, porque además en Colombia, las maestrías que yo quería hacer tampoco las había, como te digo, estaba cansada de la falta de oportunidades y eso fue lo que me llevó a abandonar Colombia’’.

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​Así fue como empezó su búsqueda por una universidad y un país que tuvieran lo que ella realmente quería y lo hizo como muchos otros estudiantes, egresados y personas en general lo han hecho, a través de Internet. Mediante esta plataforma digital conoció la Universidad de Aalborg, (Aalborg university - Knowledge for the World), lo que llamó su atención, ya que desde su fundación en el año 1974, la Universidad de Aalborg ha logrado destacarse por su orientación internacional, convirtiéndose en una universidad local con una perspectiva internacional, es así, como por fin Alejandra logra encontrar una maestría con su enfoque laboral en esta universidad.

Fotografía sin derechos de autor.

‘’Resulta que la universidad en donde estoy estudiando tiene un programa. Por ejemplo, se preocupa por vincular a los estudiantes a una empresa y como se supone que estamos en Europa, la misma universidad le ayuda a uno a gestionar para que uno logre hacer ‘’internship’’ (pasantía), dentro de Dinamarca, Suecia, Noruega o en cualquier otro país de la Unión Europea. En Colombia a uno lo dejan tirado, la universidad le dice a  uno: ‘’Ah no, usted verá cómo trabaja’’. Acá no, acá de verdad ellos quieren que uno empiece a producir laboralmente. Desde que uno llega, pues siente el cambio, el nivel educativo es demasiado alto, todos están enfocados en eso y quieren que uno sea una persona productiva. Entonces no es que pasen 10 años y uno no tenga ni idea de cómo trabajar’’.

Muchos estudiantes al acabar la universidad no tienen ni idea de cómo desarrollarse en un puesto a nivel empresarial. Desafortunadamente, existen pocas opciones para que uno pueda poner en práctica todos los conocimientos adquiridos durante la carrera, es decir, pasar de la teoría a la práctica, como normalmente se suele decir en la academia. ‘’Acá de verdad quieren que uno se vuelva una persona activa y que trabaje en lo que es, no como lo que pasa en Colombia, que tu terminas por ejemplo Ingeniera y resulta que tienes que volverte taxista porque no encuentras nada que se ajuste a tu perfil, ni algo que te acerque a tu trabajo soñado, por decirlo así’’.

 

Lastimosamente, Colombia se ha caracterizado a nivel internacional por todo lo relacionado al narcotráfico, la corrupción, la violencia, los imaginarios de Pablo Escobar, el pésimo sistema de salud y, claramente, no se podría dejar de lado el conflicto armado, que desde los años 60 ha estado latente en nuestro territorio.

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Teniendo en cuenta un informe de la organización no gubernamental Transparencia Internacional, (TI) que desde el año 1993 tiene como objetivo medir la percepción de la corrupción y busca promover medidas contra crímenes corporativos y corrupción política en el ámbito internacional, arrojó como resultados que de 176 naciones, Colombia se encuentra en el puesto 90, lo que muestra ‘’la aguda afectación que sufre la gestión pública por la corrupción tanto en el Poder Ejecutivo como en el Legislativo y el Judicial”, (Transparencia Internacional, 2016), mientras que Dinamarca, ocupa el 1er puesto, presentando los índices más bajos de corrupción a nivel mundial desde el punto de vista de dicho informe.

 

Alejandra lo confirma, ‘’otro punto importante es que aquí la corrupción es de 0,01%. Acá son demasiado legales y transparentes, eso lo leí, y cuando llego aquí me doy cuenta de que definitivamente la cosa sí era como la pintaban, además, es un país que se presta con muchas facilidades, tú llegas y tienes un sistema de salud supremamente eficiente y gratuito. Es gratuito para cualquier persona de cualquier procedencia, sólo debes tener una permanencia de más de 3-4 meses, llevar tu pasaporte, tu residencia y te tramitan el CPR, que es como la ciudadanía y con este CPR, entras directamente al sistema de salud. Ellos escogen los centros de salud dependiendo del sector en el que vivas. Por ejemplo, el centro de salud al que debo ir, queda a dos minutos caminando. Las citas médicas las dan el mismo día no es como en Colombia que te toca esperar una semana, dos semanas, tres meses’’.

Lo anterior, conlleva a que uno como colombiano se replantee lo que está pasando en el país, se cuestione, reflexione y pueda comprender que vivir sin corrupción en otros países es posible, ¿por qué aquí no? Hay que dejar de naturalizar lo habitual, no podemos seguir acostumbrándonos a que los que están en el poder abusen de su autoridad y sigan pasando por encima del pueblo, aplastando cualquier posibilidad de democracia.

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Amanecer en Aalborg, Dinamarca.

Fotografía por: Alejandra de la Roche

Personas en diferentes partes del mundo no conciben la idea de dejar su país, sus costumbres,  tradiciones y su familia, pero hay otros que deciden emprender toda una nueva experiencia y aventuras, como el caso de Alejandra, que se arriesgó y decidió dejar su territorio por ir en búsqueda de conocer otras culturas. ‘’Hay mucha gente que puede decir que llegar a otro país es demasiado complicado y todo lo demás. Creo que en este caso, puedo volverme sentimental y decir que lo más duro ha sido dejar mi casa y dejar a mis gatas "-risas-. Eso ha sido lo que más me ha dolido. Pero la verdad es que aquí me siento bien, no me siento rara, no me siento como que no pertenezco aquí, tal vez es porque la cultura europea es diferente, cada quien anda en lo suyo. Entonces, a nadie le importa en qué andas o si te vistes raro, cada quien es como en su mundo. Por esto, no ha sido tan complicado’’.

Fotografía por: Alejandra de la Roche

Por lo general, se suele decir que los europeos son demasiado fríos, nada comparado al swing latino, pero Alejandra brinda otra perspectiva desde que está en Aalborg, ‘’la gente es muy servicial, no son chismosos. Las redes sociales son algo serio, entonces tú todo el tiempo ves a la gente con la cabeza agachada, mirando el celular. Sí es muy duro tratar de acercarse a los alemanes o a los mismos daneses, porque necesitan un empuje, ya que ellos mismos se definen como socialmente incómodos’’. Además, ella también manifiesta que ‘’hay mucha gente de otros lugares, hay otra que sí ha batallado mucho para quedarse aquí, tú siempre tienes una mano amiga. Ya sea un danés, un europeo, otro latino, me han hecho favores que yo digo como caray, yo no le haría un favor de estos a un desconocido, pero la verdad es que me siento como en casa, estoy en un lugar demasiado seguro’’.

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Otra cosa que no se me podía quedar por fuera y por lo que tenía mucho interés, era preguntarle por la comida, por el comercio, el idioma, las costumbres y tradiciones europeas, los platos típicos, los restaurantes, los almacenes, etc. ‘’En cuanto a la comida sí es absolutamente diferente. Obviamente tú encuentras comidas típicas de otro lado, pero acá la diferencia a nivel gastronómico es abismal. Por ejemplo el queso fresco que comemos en Colombia, aquí no tienen ni idea de qué es eso, porque aquí todos los quesos son madurados, el sabor es diferente y amargo. El café es terrible, es muy caro. No sale ese olor típico de cuando uno prepara café, tampoco sabe a nada’’, cuenta Alejandra.

Alejandra de la Roche

Además agrega que ‘’aquí no saben lo que son los jugos, toman demasiado yogur. Aquí te venden yogur de toda la variedad. Todos los helados y yogures son rebajados en azúcar. Son más de platos rápidos, comen mucho sándwich, manzanas y toman mucha agua. Les encanta el banano, aunque es carísimo, se lo comen verde, esa ha sido una de las diferencias más grandes que yo he visto, porque nosotros en Colombia esperamos a que se ponga amarillo. Además, me ha tocado aprender danés a las malas, aquí todo es en danés, aunque la gente está capacitada para hablar en inglés, me ha tocado aprender a ojo dónde conseguir un jugo, queso y así’’.

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En nuestro país los fines de semana son los días en los que se ve mayor cantidad de gente ya sea en las calles, en los centros comerciales y en los restaurantes y por lo general, el comercio está abierto hasta las 9 de la noche. Al parecer en Aalborg es diferente. ‘’Acá a las 4 de la tarde todos los locales cierran, almacenes de ropa y de zapatos. Tú vas al centro en horas de la tarde y está muerto, lo único que encuentras son bares que se están abriendo, he preguntado y nadie me ha dado razón del por qué cierran todo a esa hora’’, señala Alejandra.

Bnadera de Aalborg, Dinamarca

En Colombia existe mucha facilidad para conseguir lo que se necesita, hay tiendas para todo, cafés internet, papelerías, carnicerías, fruterías, etc. ‘’Aquí no, si tú necesitas un lapicero tienes que recorrer media ciudad. Los lugares para imprimir son extremadamente escasos, si necesitas carne o frutas, todo lo compras en los supermercados. Todo es muy caro, un kilo de carne de cerdo vale $60.000, uno de carne de res $50.000. Los bananos cuestan entre $1.000 y $1.500, hay que buscar sitios en donde todo sea más barato, como por ejemplo supermercados parecidos a Justo & Bueno en Colombia’’.

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Como mencioné anteriormente, Colombia está muy estereotipada. Cuando habíamos finalizado la entrevista, decidió contarme algo muy peculiar que le había pasado apenas llegó a Aalborg. ‘’¿Te cuento algo?, para mí existe un gran problema y son los estereotipos. Cuando yo llegué, conseguí dos roomates para compartir un apartamento, y cuando íbamos a firmar el contrato con un empleado de la inmobiliaria, el tipo nos preguntó que de dónde éramos. Mis compañeros son Polacos y cuando llegó el turno de presentarme, la palabra ‘’cocaína’’ le salió perfecta al empleado que es danés. Cuando vimos el apartamento, el tipo me dijo que yo no me tenía que preocupar por pagar el arriendo, porque yo podía ‘’pagarlo con cocaína’’.

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‘’Me he encontrado con muchos alemanes que son fanáticos de la serie Narcos, entonces me preguntan que qué tanto de lo que ven en esa serie es cierto. Yo les dije que Pablo Escobar si existió, que fue bueno para unos y perverso para otros. Pero que ellos no pueden asumir que Colombia es simplemente lo que se ve en Narcos, no pueden seguir dejándose llevar por esos imaginarios de los años 80 y principios de los 90. Hay gente que no sabe que Pablo Escobar está muerto. Se dejan llevar mucho por lo que ven en Tv y no han querido investigar más allá. Yo he tratado de no estresarme cada vez que la gente sale con alguno de esos comentarios. Pero hay otra gente que si me pregunta por Colombia, por lo que se come, por lo que es rico, por las tradiciones, las costumbres y ese tipo de cosas.

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Por otro lado, otro punto que es de resaltar en esta entrevista, es el sistema educativo que se maneja en Dinamarca. ‘’Aquí confían mucho en el autocontrol, entonces acá la gente no está encima de ti diciéndote que leas, que estudies, la gente sabe que tiene que estudiar y lo hace. El sistema educativo la primaria, el bachillerato, las maestrías, especializaciones, todo es gratuito no solo para los daneses, sino para los ciudadanos de la Unión Europea’’. Mientras que aquí en Colombia todo es diferente, las posibilidades para el acceso a la educación se presentan exclusivamente para quienes pueden pagar la universidad y eso que pidiendo préstamos a identidades bancarias, hablo de estrato medio y estrato alto. Para las personas que no tienen recursos, desafortunadamente no existe probabilidad alguna de poder educarse, alfabetizarse; la brecha de desigualdad cada vez se abre más, así que lo único que queda es seguir luchando por un país en condiciones de igualdad, de respeto, de comprensión y, sobre todo, de oportunidades.

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