​Detrás de la academia
Por: Nicolas Arturo Melgar
La tarde del miércoles 25 de octubre estaba en el ‘Laboratorio Multimedia del programa de Comunicación Social y Periodismo de la Universidad de Ibagué’, en la asignatura Laboratorio de Periodismo, como es costumbre, con una digna actitud de sedentario empedernido. Pero, de un momento a otro, la atmosfera de sosiego cambió cuando ella llegó.
Con cada paso que daba esta mujer, quien vestía un pantalón de mezclilla gris entubado, unas botas marrones oscuras, una blusa suelta de colores naranja y azul y gafas cuadradas oscuras, el aula se trasformaba hasta el punto de sentir que me había trasportado desde aquel recinto pintado con diferentes tonos de azul y de grandes ventanales, a una base militar futurista, fría, desinfectada y con vista a un terreno desolado.
Gloria Molano Devia en cátedra sobre periodismo literiario. Foto: Manuel Camilo Pava
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Esta persona que una vez al frente de la clase tenía aspecto afable; era la poetisa, empresaria, cronista y comunicadora social de la Universidad Javeriana de Colombia, Gloria Molano Devia. La docente de la materia, Alexa Bajaire Lamus, la presentó como una maestra de la crónica y una experta en periodismo; Molano se limitó a recibir los halagos con toda la humildad, que una mujer madura puede tener, e inmediatamente inició con la charla sobre periodismo literario.
Estuve muy atento a la cátedra que dictaba Gloria, no solo porque ella se expresaba con delicadeza, precisión y gracia, y en cuestión de minutos la entrevistaría sobre la enseñanza de periodismo literario y ciencia ficción en la academia. También, a causa de su didáctica diferente a la típica, con la cual me había intrigado años atrás, cuando cursaba la clase de Historia de Colombia, en segundo semestre.
Al finalizar la charla, Gloria terminó respondiendo varias de las preguntas conceptuales que había planeado, grosso modo de sus palabras sería: el periodismo es un constructo comunicativo que retrata la realidad; se trabaja desde tres tipos de líneas de acción: ideológica, informativa y explicativa. Y el periodismo literario busca el rostro humano, el instinto, las emociones y las relaciones filiales para generar un efecto sobre el lector... Y con menos de 60 minutos para replantear la entrevista agendada a las 5 p.m. en un pequeño establecimiento comercial llamado María Café ubicado en patio de banderas de la Unibagué.
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Al llegar al café, me percaté que Molano ya se encontraba allí, con una pierna cruzada y hablando con su colega Alexa… Esperé un momento… Bajaire se retiró y yo después de una breve charla sobre nuestras vidas privadas, puse en marcha la entrevista:
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- ¿Qué es un maestro?
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- Un maestro es quien orienta un aprendizaje, construye con el otro en clase… es el aprendiz mayor y el estudiante es el aprendiz menor….
- Y siguiendo esa línea, ¿qué es una clase para Gloría?
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Ella se queda callada un momento, mira hacia el horizonte. Luego me mira fijamente, pronuncia la misma pregunta y responde:
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- Yo diría que una clase es el punto de encuentro entre una persona que detenta un saber y pretende brindar a sus aprendices elementos, para poder aprender con ellos.
La miro, y le digo:
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- Gloria, usted ha sido catedrática de diferentes asignaturas de diferentes programas y facultades de la UI desde hace varios años. Uno creería que su actividad pedagógica favorita es la cátedra. Puede permitirme estar incorrecto:
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- Ella sonríe y me pregunta ¿Me estas preguntando por la didáctica de mi clase?
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- Sí.
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- Es una combinación de una exposición magistral, porque para poder orientar hay que brindar unos conceptos, el conversatorio como ejercicio de estimulación, para el aprendizaje y ya los talleres de reflexión.
En ese momento recordé algo que dijo una antigua alumna de ella, Laura Bustamante, de la clase de Crónica
(…) ‘‘todas sus clases fueron dinámicas, debido a que enseña a través de anécdotas, utiliza talleres en donde uno pone en práctica lo que cree y ella está al lado de uno corrigiendo las cosas con las que uno venía fallando seguramente desde siempre’’.
Vuelvo a mí, y la veo gesticulando. Algo común, en alguien que ama e hizo teatro durante mucho tiempo. Evito reírme y le digo:
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- Hace unos minutos en la clase nos dejaste en claro que el periodismo se hace desde una mirada, un lugar, con datos y hechos reales. Pero, ¿hay alguna diferencia entre el periodismo y el periodismo literario?
- El periodismo como tal es una representación de un hecho real en un momento dado. El periodismo literario es esa representación con ingredientes estilísticos. Es decir, mientras en el periodismo tú das la noticia escueta, en el periodismo literario tú la revistes con detalles, hacen más verosímil el hecho real.
…La escucho contar sobre la dificultad que se presenta cuando se enseña periodismo…
-En el principito de Saint-Exupéry, en uno de sus capítulos, el protagonista le dice al piloto - hombre píntame un cordero.
Él se lo pinta.
Pero el principito responde: - Parece un carnero, porque tiene cachos.
Al siguiente intento éste le responde
-No, ese está enfermo.
Entonces él dibuja una caja con unos huequitos y le dice allí adentro está.
El principito se asoma y le dice - ya lo vi, puedo alimentarlo.
Escuchándola hablar, me doy cuenta que se empieza a emocionar porque sus gestos ahora son más dramáticos, mientras tanto ella dice:
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- La cuestión es que cuando nosotros creemos podemos soñar, es decir, cuando nosotros queremos ser periodistas, tenemos que empezar a observar, indagar, soñar, comprobar y, por supuesto, escribir como periodistas.
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Entonces, en resumen, le interrumpo
- Usted podría decir que la dificultad para enseñar se resuelve con el ensayo error, para que el aprendiz menor empiece a ser periodista.
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-Sí
-Pero, eso no haría que ¿enseñar periodismo fuera difícil?
- Yo diría que no es difícil. Sino que se torna en un trabajo en que el estudiante desaprende a estar encajonado, parametrizado. El niño cuando inicia la escuela, le enseñan a ser normal, es decir, apague su imaginación. Enseñar a ser periodista, a ser comunicador, es decirle: mijo ponga en on la capacidad de creer, de indagar, de creer...
Se escucharon varios golpes, me pregunto en voz alta ¿qué será? Molano giró rápidamente y me dice que solo están preparando algo en la cocina. Los golpes siguieron y ahora el ventilador sonaba mucho. Empecé a estresarme y a recordar el gran crecimiento a nivel personal y académico, que tuve tras cursar esa materia con Gloria en segundo semestre, aunque no era de periodismo. No puedo negar que al inicio fue difícil debido a que la metodología de su clase chocó contra todo lo que era en ese entonces. En fin, era la misma sensación. Traté de controlarme y le dije:
- Volviendo al tema de la charla de hace unos minutos, puede el periodismo literario no solo nutrirse de la literatura, sí esto es verdad ¿de qué elementos de otras áreas se alimenta?
- De toda la información que levantes y que obedecen a procesos y técnicas investigativas. Tenemos la observación, la observación participante, la observación comparada, las entrevistas, las encuestas. Para que nosotros podamos construir de una manera verosímil la información. Ahí tenemos a la parte periodística. Y en la parte literaria que es donde le añadimos desde los diferentes estilos de los géneros como la narrativa, los diálogos, entre otros.
Pero, de todos modos, se estaría nutriendo de solo de los géneros periodísticos no hay ninguna posibilidad de uno auto - estimularse la parte de la escritura viendo películas, por ejemplo, de suspenso.
- Para uno aprender a escribir, uno también debe aprender a leer. Uno absorbe información y luego tiene que escribir. Escribir, con ensayo y error, esto si me despierta algo, si hay suspenso. Existen las técnicas y los métodos y la práctica. Y existe también el talento, pero ese talento se queda dormido si no lo practicas. Si quieres escribir suspenso debes empezar a llevarlo a la práctica.
- Y ¿Cómo es su didáctica en las clases de ficción como Cine y Palabra?
Es el mismo en todas, ese digamos es mi modus operandi. En este tipo de ejercicios donde se pretende suscitar la reflexión. Soy una convencida que uno con las sociohumanistas buscan generar con el estudiante es que fortalezca su lógica simbólica. No interesa que tanto se apropie de un conocimiento, para que pueda interpretar ese saber o muchos…
Entra a la cafetería un colega de Gloria.
- ¡Gloria tiempo sin verte!
-Igualmente.
- ¿Qué te pasó?
- Deje de fumar.
-Cuéntame
- Espérame un momento que me están entrevistando.
En ese lapso de tiempo, recordé lo que una vez un compañero de clase de Cine y Palabra, mientras cursaba ésta materia dijo:
(…) ‘‘la profesora Molano es un tanto poco convencional, porque pues procura que el estudiante se enamore de la materia, toma recursos como la personificación, muchas veces hasta cambia de voz ella misma, aparte que todo ese tema del teatro, de las representaciones teatrales, pues entonces no le es muy difícil hacerlo de esa manera, entonces yo creo que hace que el estudiante le tome interés por más densa que sea la materia o complicada’’.
Ya casi terminamos, pienso que no todo debe ser color de rosa al enseñar ficción, es más, una vez me dijiste que eso no es cualquier lagaña de mico, cuéntanos:
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- ¿Qué es lo más difícil de enseñar ciencia ficción?
- Es hacerle entender o lograr al estudiante que detrás de toda ficción, hay una realidad, unos hechos que lo inspiraron.
Y para finalizar,
- ¿Cómo se realimenta de la enseñanza del periodismo y la ficción Gloria?
- Pues las asignaturas que detento, todos estas atravesados por un sujeto, que soy yo, un aprendiz de maestro. En donde me expreso a través de esa triada en común. Eso es lo que tiene en común, porque con ellos lo que se pretende es a leer la realidad para transformarla, esa es mi labor, mi acto pedagógico. Y como cronista, esta experiencia primero me alimenta y luego la pongo en práctica, debido a que investigo y luego escribo.
TÃtulo del sitio
Gloria Molano Devia
Foto: Manuel Camilo Pava