“Soy un buscador espiritual y con mucha sensibilidad a las personas”
Por: Valentina Rojas
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Frank Sánchez es conocido por ser el Coordinador del Consultorio de Psicología hace tres años consecutivos, además de brindar su conocimiento como docente y co-investigador. Es un hombre amable, caballeroso y simpático, además de caracterizarse por recibir en su oficina a sus invitados con una sonrisa de oreja a oreja dispuesto a colaborar en lo que pueda. En el momento de entablar una conversación con él, es evidente lo agradable y empático que es, asimismo, a lo largo de la charla es imposible ignorar que es un tipo bastante centrado y estudioso. Esto se debe a que, desde muy pequeño, le ha encantado leer "ya que era mi única escapatoria de los problemas que en aquel entonces me atormentaban". Con el pasar de los años, gracias a la lectura y a los estudios pudo sanar su dolor, lo que le permitió mejorar como persona y dar apoyo a quienes lo necesiten.
“Franck siempre se desempeñó como docente desde que estaba estudiando su carrera, pero al mismo tiempo ha tenido la oportunidad que trabajar en consulta privada y ser investigador. Su etapa actual es articular la docencia, la investigación y lo clínico.”
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Entonces Frank cuénteme un poquito: ¿por qué decidió estudiar psicología?
Bueno, pues yo primero estudié y, terminé mi bachillerato en el Seminario Menor San Joaquín de Ibagué, así que mi primera vocación fue ser sacerdote, pero ya estando allá durante tres años interno desistí de esa idea, porque el celibato no era para mí. Yo era un adolescente con toda esa carga hormonal. Pensaba ¿cómo hace uno para ser sacerdote o sea para ser célibe?, no eso no, no podría ser un buen sacerdote no podría mentirme ni mentir a los demás, así que desistí de esa idea. Sin embargo, mi búsqueda espiritual, mi deseo de ayudar a otras personas, mis preguntas existenciales, el sentido de la vida, siempre me han acompañado. Por eso soy un buscador espiritual y con mucha sensibilidad a las personas, al sufrimiento de las personas; entonces, la pregunta iría un poco antes también de mis situaciones personales y, familiares. Desde pequeño era muy sensible a las otras personas a los seres en general. Así que sí, siempre he tenido este deseo de ayudar a las personas a superar sus tristezas, dolores, sus sufrimientos. Dos personas me preguntaron, un profesor y un tío “¿por qué no estudia medicina?” me preguntó mi tío y yo le dije: que la gente se enferme y finalmente fallezca es algo que es inevitable; en cambio que la gente sufra por cosas que la gente puede re pensar, o tenga una posición distinta, aprovechar ciertas experiencias para aprender para crecer y, para madurar, eso sí depende de las personas y yo puedo ayudarles a eso.
Y segundo, el profesor me dijo, ¿por qué no psiquiatría? Le respondí, pues es que a veces cuando van al psiquiatra ya es muy tarde, de hecho, la mayoría de enfermedades mentales no son curables, ni con biología ni con medicina ni con cirugías, es muy tarde a veces, y además a la gente le da vergüenza admitir que necesita ayuda. Entonces ir al psiquiatra es como un tabú porque siempre es la defensa de yo no estoy loco no necesito psiquiatra. En cambio, el psicólogo pues no es un médico psiquiatra y no es para personas con enfermedad mental sino para personas normales con problemas normales, de la vida. Seguramente da más posibilidad de buscar la ayuda porque no hay ese tabú, tan fuerte, porque lo hay, y probablemente si buscas ayuda a tiempo realmente podemos resolver las cosas. Ese fue el motivo por el que empecé a estudiar psicología.
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¿En qué se especializó después de haber culminado su pregrado en Psicología?
En principio terminé mi carrera e hice una formación no formal con una escuela o un grupo de psicólogos y psiquiatras psicoanalistas en el círculo psicoanalítico de Bogotá es una escuela seguidora informada en la línea de Erich Fromm, él es un psicoanalista muy famoso que hizo parte de la escuela critica en sociología y se conoce mucho por un librito muy popular que es el arte de amar, entonces tuve esa experiencia de formación en psicoanálisis digamos humanista y culturalista. Esa fue mi primera formación, luego hice una maestría en estudios humanísticos, en filosofía y literatura con el Tecnológico de Monterrey, esa fue una información virtual muy dura, me enfermé por el ritmo y la presión, pero tuve esa apertura o ampliación no solo a la psicología sino a la filosofía y la literatura que da una visión más amplia del ser humano.
Más tarde hice el doctorado en psicología con visión en integración cognitivo existencial en la Universidad de Flores, Argentina. Esa sí la hice presencial y estuve viviendo allá por dos años y luego me vine a hacer la tesis, para concluir con el doctorado el año pasado. La tesis doctoral la hice sobre un programa de meditación que se llama Conciencia Plena del Sentido en la Vida, que une ciertas reflexiones de la filosofía existencial con las técnicas más contemporáneas de psicología en su tercera generación, las terapias de la generación en particular mindfullness o atención cliente que son prácticas de meditación validadas científicamente en occidente. Entonces, ahí uní mis intereses y búsquedas filosóficas con las técnicas psicológicas más contemporáneas, lo clásico y lo nuevo, además lo occidental y oriental, también.
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¿Cuál fue su última investigación?
Recién mi última investigación fue comprar dos tratamientos de respiración uno de mindfullness y otro de respiración holotrópica de esta escuela transpersonal, para mirar qué efectos tenia e la ansiedad en pacientes que estaban en rehabilitación de consumo de sustancia psicoactivas. Fue un trabajo interesante, ambos son útiles y tienen mecanismos distintos y en medidas diferentes, pero ciertamente son útiles por esa relación entre lo psicológico, lo espiritual y la salud física, o sobretodo filosófica.
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¿Por qué decidió irse por el camino de la docencia y ejercer la psicología clínica?
Yo creo que hay circunstancias de la vida y luego decisiones que uno toma sobre esas circunstancias, por eso creo que una primera circunstancia es que siempre me gustó estudiar, desde antes de entrar al colegio yo quería estudiar, entonces lo académico me ha sido un ámbito cómodo para mí. Luego cuando terminé mi carrera, una primera tentativa de acción fue ser consejero de juventud, en plano político, pero ese ambiente no me gustó para nada. Entonces, se dio la oportunidad de crear la figura de docentes en formación del programa de Psicología; egresados llamados a concursar para realizar tutoría con dos profesores más experimentados durante un semestre, acompañarlos en su cátedra y el siguiente semestre ya dar clase. Ahí me cogió el profesor Elmer Hernández, esa parte histórica viene bien recordarlo y reconocerlo, pues para mí fue el profesor de mi pregrado quien me marcó, porque él era filósofo y también tenía una digamos inclinación a la escritura y a la literatura.
Se dio la oportunidad, pasé el concurso y, empecé con las materias que, daba ese profesor: Epistemología, Historia de la psicología y Ética, un poco de mis búsquedas filosóficas, Fue un ámbito cómodo para mí, eran mis intereses, mis preocupaciones mis reflexiones. En ese entonces, era tener el tiempo y que me pagaran por hacer lo que me gustaba, bueno aun lo hacen, pero en ese tiempo no me lo creía: que me pagaran por leer por estudiar, ¡eso era una maravilla! Ya después tuve que ahorrar para pagar mis estudios de maestría y, de doctorado, porque el trabajo me permite seguir la búsqueda del conocimiento, y aplicarlo a la solución de problemas de la vida de las personas.
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¿Cómo fue ese primer acercamiento con la psicología clínica?
Sucedió la primera etapa de mi vida laboral como docente, luego pasé a las cátedras más de aplicación y sucesivamente en la medida que tenía más experiencia. Empiezo a tener pacientes en consulta privada inicialmente con niños, luego jóvenes adolescentes, adultos y parejas. En ese grado de experiencia, también abordé el tema de la terapia grupal, entonces, en esa medida, digamos que fui avanzando a cursos más de la parte aplicada de la carrera como psicología clínica, psicopatología, intervención humanística y psicoanalítica.
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¿Cuál ha sido la experiencia que más le ha marcado en este tiempo que llevas como docente?
Lo primero que pienso es una sesión de respiración holotrópica, una de las técnicas donde tuve una experiencia directa, sanadora de mi vida psicológica como individuo. Eso me marca porque digo: ¡uhh es increíble cómo llegue a esto! porque llevo estudiando mis problemas personales, de los demás, las teorías y esas cosas, pero llego a un punto que tengo una práctica donde resuelvo una cantidad de situaciones personales. Encuentro una apertura y experiencia a lo espiritual que es difícil de comunicar porque no es intelectual o que se pueda comunicar en palabras. Sigo trabajando en esas metodologías para que más personas lleguen a esa experiencia en ese sentido de que y abro mi percepción a un sentido de la realidad mucho ms amplio, profundo y quiero compartir esto con las otras personas porque es hermoso, increíble potente el mundo sería mejor si los demás conocieran estas experiencias.
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¿Hace parte o lidera algún grupo de investigación?
En este momento hago parte de dos proyectos de investigación y soy co-investigador porque no presente el propio, tengo uno terminado propio, pero no tengo tiempo para hacer el mío ahora, tengo pendiente terminar lo que estoy haciendo y en otro momento abrir el semillero.
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¿Cuáles son esos proyectos que hace como co-investigador?
Para empezar, soy parte o miembro del grupo GESS de psicología. Es un grupo de educación, salud y sociedad, más que todo psicólogos, ahí trabajé con la profe Ximena Puerta, y el profesor Julio Mazorco, donde tuve un primer ejercicio de investigación con ellos dos sobre el tema de la holotropica y mindfullness para rehabilitación de sustancias psicoactivas. Ahora estoy también en otro grupo GESS que también es con unas psicólogas pro-educativas, digamos no tanto lo clínico porque llegué a la conclusión que el tema de mindfullness que se usa en la clínica tiene un impacto si las actitudes son compartidas por un grupo o comunidad, por eso pensé que mindfullness debe ser una intervención psico-educativa. El mindfullness es meditación, atención plena o conciencia plena, que en estados unidos.
El otro proyecto es en MISSCO, también con Julio Mazorco, que un programa educativo para docentes universitarios con el objetivo de desarrollar competencias socio afectivas, va como en ese enfoque de la sensibilidad, de lo afectivo. Más adelante lo llevaremos a las empresas y ahí voy, como digo me concentro mucho en estas técnicas de respiración holotrópica y en el futuro me imagino que hablare de una teoría del desarrollo psico-espiritual, así como hay para inteligencia, se cualidad lo social, lo espiritual en psicología tratare de enriquecer con una teoría del desarrollo psico-espiritual.
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¿Es difícil ser objetivo cuando hay emociones implícitas?
Esto si es un proceso de aprendizaje, recuerdo que en mi formación clínica se enfatizó mucho en el fenómeno de la transferencia es decir que es imposible que en la relación con el puente uno tenga interés, aversión o juicio personal ya que se ve implicado con su paciente y puede perder la objetividad porque se relaciona con sus juicios y valores, así que teóricamente estaba advertido y lo entendía. En mis primeras experiencias trate de tenerlo presente, pero de hecho cuando trabaje con los años llegue a sentirme identificado con ellos y decían “esos papás porque, porque friegan, tanto a sus hijos, los maltratan, abandonan, son autoritarios,” entonces me enojaba con los papás entonces me preguntaba, ¿será que si seré buen psicólogo? Qué tal que no sea objetivo, o sea no lo estaba haciendo así que eso fue un problema. Más o menos en esa época me encontré un texto de Edstrom que era mis psicólogo más admirado, mi ideal de psicología y hace una confesión después que yo veía que todo lo explicaba sobe la cultura, el individuo, y una vez hablando sus partes prácticas y aplicando su enfoque frommiano el cometió errores que después había caído en cuenta que habían sido francamente errores, así que pues si Edis Forwn puede el que era gran psicólogo, se equivocó yo dije porque yo no puedo equivocarme? Me quite una carga de encima así que pensé vamos a aprender, voy a seguir pendiente y aprender de mis errores, en psicoanálisis fue muy importante que cuando estaba teniendo unos pacientes yo también podía hablar de lo que entendía de los textos se lo aplicaba a los pacientes en donde hay como un ejercicio de supervisión de psicoanalistas más experimentados donde te van diciendo mía que ahí estas metiendo tu problema, ahí tu no encuentras salida porque tu no lo has resuelto, mira que tu supones que porque tú lo resolviste de esa manera el otro tiene que hacerlo igual y te preguntas por que el otro no lo resuelve de esa manera, entonces la presencia de maestro fue muy importante.
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¿El estudiar psicología le ha contribuido a resolver esos problemas o situaciones que se presentan a lo largo de la vida, ya sea la muerte o problemas personales?
Si, pero fíjate como es la psicología para mí no es solamente leer libros, que lo hice juiciosamente cual ratón de biblioteca cuando cree mi carácter y medio de defensa, pero o es una comprensión vivencial, entonces cuando muere mi papa, realmente uno no está preparado, uno no sabe lo que es la muerte de un ser querido hasta que lo experimente por más que haya tenido pacientes queridos y mueran y haya explorado, duele y haya estudiado la etapa del duelo y filosofías sobre la existencia y tal. La experiencia es otra cosa, pero ciertamente me he dado cuenta que he avanzado en esta búsqueda como que he saltado a nuevos niveles de una manera más fluida entonces por ejemplo con mi primera respiración holotrópica habiendo hecho años de psicoanálisis y otras terapias humanistas, esa primera experiencia fue muy intensa y logre lo que se logra en varias sesiones porque tengo trabajo previo así que si ayuda mucho que uno se ayude. El ultimo reto que tengo es mi matrimonio, si y mi pareja es psicóloga y no daré detalles porque no quiero ponerla incomoda pero hay muchas situaciones conflictivas como cualquier pareja, muy duro, nadie le cuenta a uno que casarse es difícil, por otro lado la gente lo de los papas, los adultos como que no se creen el amor, como que solo han visto peleaderas y así nunca han estado juntos y piensan en ello como un cuento de hadas y estamos en este momento se encontraron d os mundos ella y yo ambos psicólogos, coincidimos algunas cosas como algunos valores fundamentales y el interés amorosos ósea nos amamos, hay cosas que no entiendo pero no importa no tengo que entenderlo todo solo amarla y eso no implica pensar en mi conveniencia en el anhelo de tener la razón y salir librado de cualquier situación que es la tendencia de cualquier individuo su egoísmo y como trascender de ese egoísmo para amar el otro sin perder se uno, ósea guardando su equilibrio y llegar a ser u nosotros, ese es un trabajo también tremendo.