El alma mater del
Derecho Penal
Por: Laura Medina
“Es un gran ser humano por su calidez y ejemplo de vida, además de transmitir su pasión por el derecho, te inspira para trabajar en la investigación, me siento afortunada de haber realizado mi trabajo de grado con el”, así recuerda Carolina Palomino, egresada de la Facultad de Derecho, al Doctor Hernando Antonio Hernández Quintero. Un tolimense nacido en Santa Isabel, gran eminencia del derecho penal económico y un ejemplo a seguir por su transparencia, que además de tener reconocidos títulos académicos, le gusta transmitir a los estudiantes sus conocimientos y motivarlos a seguir el camino de la investigación.
¿Por qué decidió estudiar Derecho?
Allá siempre tuve mi cabeza, porque de niño escuchaba mucho los discursos de Jorge Eliecer Gaitán, las audiencias públicas. Mi padre que era empleado de la Gobernación me llevaba a las audiencias de esa época y me fue apasionando un poco la retórica, los discursos. Luego consideré que una manera de aportarle a la sociedad era vincularme a la defensa de las personas, a los derechos de los ciudadanos, y eso me llevó al campo del derecho y fundamentalmente al derecho penal.
¿Por qué decide especializarse en Derecho Penal Económico?
Esto tiene que ver con la suerte de cómo vive uno su vida. Para costearme mis estudios de abogado tuve que trabajar y mi primer trabajo fue como empleado de un juzgado. Pero, muy pronto, fui vinculado al Banco de la Republica como asistente de abogado y entonces hice toda una carrera ocupando todos los cargos que tiene esta entidad. De ahí nació un afecto muy grande por la parte económica y por el derecho penal. Primero hice una maestría en derecho penal en la Universidad Externando de Colombia y luego me fui a especializar en legislación financiera en la Universidad de los Andes, de esta forma, logré fusionar estos dos criterios en la idea que hoy se llama derecho penal económico, que ha sido como nuestra razón de ser desde el punto de vista de investigación.
¿Qué persona ha sido representativa en su vida?
Hay una persona que tiene para mí un valor fundamental, y es el doctor Nilson Pinilla Pinilla, quien fue mi jefe en el Banco de la República y me enseñó muchas cosas, empezando por escribir artículos, dictar clases, entre otras. Yo era su monitor en la universidad, también en el Banco de la República me orientó y siempre ha sido, pues primero, mi guía y ahora diría mi compañero en muchas tareas. El acaba de ocupar la presidencia de la Corte suprema y la presidencia de la Corte Constitucional, pero siempre ha estado muy pendiente de cuál ha sido mi evolución y he tenido la fortuna de publicar con él varios libros y artículos.
¿Cómo fueron sus inicios en la Universidad de Ibagué?
En el año de 1993 cuando ocupaba la gerencia del Banco de la Republica, con un grupo de amigos nos interesamos en la creación de la Facultad de Derecho porque estimábamos que era necesario que Ibagué, que es cuna de grandes juristas del Tolima, tuviese una Facultad de Derecho. No entendíamos cómo los tolimenses tenían que irse a Bogotá o a otras ciudades a estudiar. Eso me llevó a buscar contacto con el Rector Leónidas López, y en ese momento le planteamos la idea que fue bien recibida por las directivas y nos dieron de alguna manera carta abierta para empezar a formar esa Facultad. En enero del año de 1995 abre las puertas la Facultad de Derecho y los que estábamos allí impulsando la idea fuimos los primeros profesores.
Me vinculo primero como profesor de cátedra por estar trabajando con el Estado, pero luego en 1999 que me pensiono con el Banco de la República me vinculo de inmediato a la Facultad como profesor de tiempo completo. A los pocos meses, soy nombrado Decano de la facultad y luego me voy a la política como Concejal de Ibagué, pero sin separarme de mis clases de la Universidad. Regreso a los dos años nuevamente como profesor de tiempo completo y, desde esa época hasta el día de hoy, he estado vinculado especialmente con las materias de Introducción al Derecho, Derecho Penal y con una tarea que me fue encomendada desde hace mucho tiempo que es impulsar la investigación en la Universidad.
¿Cómo fue su experiencia como decano de la Facultad?
Muy buena pero agotadora, desde luego porque ser decano implicada además de mantener ciertas cátedras resolver muchos problemas, son muchas situaciones que se presentan con los estudiantes, con los profesores, con las directivas. Yo siempre digo: hay angustia si entran muy poquitos alumnos y más angustia si entran muchos, perennemente hay problemas. El estudiante tiene dificultades de la calificación, del problema con un profesor, problemas familiares... entonces el decano es la persona que recoge todas esas preocupaciones y desgasta mucho. Yo tengo una historia sobre eso y es que mi esposa me dice que yo me pensioné del Banco de la República porque ya era muy estresante por el manejo del dinero y eso, pero que me veía más estresado cuando era decano por las notas de los alumnos, por las faltas de alguno; bueno, a veces situaciones de jóvenes que se casaban en la carrera o que tenían angustias existenciales y tenía uno que estar buscando como ayudarlos.
¿Qué tan enriquecedor ha sido para usted ser profesor?
Lo he dicho en varias ocasiones yo tengo como dos vidas, la primera vida fue ser banquero, haber estado durante 23 años en el sector financiero, conocer todo lo del mundo bancario, haber cumplido toda una carrera hasta terminar en mi máxima aspiración, que era ser gerente en mi tierra, y que por fortuna y gracias a Dios lo alcancé. Y la segunda, un desarrollo en el mundo académico que ha sido muy enriquecedora, porque yo soy hijo de una maestra que me enseñó siempre el amor por la enseñanza y por tratar de acompañar a otras personas en sus proyectos; diría que es una vida fascinante. Yo no entiendo la vida de otra manera sino en la universidad; que me vean a toda hora por aquí, en una cosa o en la otra.
¿Qué otras materias ha dictado?
Yo he dictado muchas materias, he tenido la fortuna, por ejemplo, de dictar Derecho Constitucional en otras áreas de la Universidad, en Administración de Empresas, en Financiera, he dictado Derecho Penal Financiero en otras facultades; he dictado Analítica, Derecho Comparado varias materias aquí en la Universidad pero, fundamentalmente, mi orientación está en la introducción al derecho que es una materia que se dicta en primer semestre y que me permite tener un contacto directo con los jóvenes que ingresan. Luego en séptimo dictar Derecho Penal me facilita ver a esas personas ya formadas , muy adultas y después encontrármelas en juzgados y en las diferentes actividades de la vida.
¿En qué otras Universidades ha dictado clases?
Yo antes de venir a esta Universidad, fui profesor primero en la Universidad Inca de Colombia de la que soy egresado, luego al especializarme fui llamado por la Universidad Externado de Colombia con ella estoy cumpliendo 30 años de profesor todavía voy los fines de semana intercalados voy y dicto viernes y sábado, dicto actualmente en la Universidad Santiago de Cali, Universidad Libre de Cali, Universidad Libre de Bogotá, Universidad Pontificia Bolivariana de Medellín, dicto en postgrados en materias como derecho penal económico, derecho penal financiero otras veces intervención del estado en economía, estoy vinculado más o menos siete universidades en estos momentos, pero mi sede y estoy como profesor titular que también es un alto honor que yo he tenido en la Universidad Ibagué, tener la posibilidad de estar ubicado en la categoría más alta de los profesores que es el de ser profesor titular.
¿Qué tanto ha cambiado la facultad desde su fundación hasta el día de hoy?
La facultad ha cambiado para bien mejorando algunos aspectos, hay que decir que fue una facultad que nació muy fuerte, primero porque al año o diría que inclusive un poco antes de aparecer, tuvimos la oportunidad de traer la primera especialización en Derecho penal en convenio con la Universidad Externado de Colombia y al año de funcionamiento se logró suscribir un convenio también con la Universidad de Salamanca España que permite que alumnos de nuestra Universidad vayan a estudiar a Salamanca y que profesores también vayan a prepararse hemos estado casi que toda la nómina antigua de la Facultad ha estado allá, luego tuvimos unos convenios con Castilla la Mancha también para avanzar en estos temas de Derecho penal económico y seguimos con esas vinculaciones ahora mismo estamos tratando de buscar una vinculación con la Universidad de Salerno la facultad de derecho en Italia.
Y bueno creo que lo ha cambiado un poco es el pensum porque de alguna manera hoy se piensa que hay algunas materias que no se deben ver en la facultad sino que deben ser motivo de especialización o de maestrías y dedicarse al núcleo duro y además la universidad ha creado el ciclo común para todos los alumnos de primer semestre y el semestre de paz y región eso ha llevado que cambiemos un poco el pensum pero en líneas generales la facultad mantiene sus niveles algo que es muy importante la facultad recibió acreditación de alta calidad y ya fue nuevamente re acreditada lo cual indica que es una facultad con los estándares más exigentes para sus alumnos.
¿Qué grupos de investigación tiene en estos momentos?
Tenemos un grupo que se llama Son Politicón que tiene su sede en la facultad de derecho y desarrolla algunas líneas de investigación especialmente el derecho penal económico que ha sido mi disciplina fundamental, el pensamiento jurídico tolimense y los temas relacionados con la paz, la reinserción y todo lo del posconflicto en general. Estas investigaciones nos han dado muchas alegrías que es publicar muchos libros y artículos, pero especialmente haber publicado con alumnos de la facultad que formaban parte del semillero, por ejemplo, el semillero de pensamiento jurídico tolimense escribimos sobré Manuel Murillo Toro un libro que además de haber sido publicado por la Universidad de Ibagué hace dos años cuando se conmemoraron los 100 años tal vez de la muerte del doctor Murillo Toro el Ministerio de las Comunicaciones lo volvió a publicar y en ese pues aparezco fundamental con unas personas egresadas de la Universidad como Camila Castañeda y Carolina Palomino.
¿Tiene alguna experiencia con estudiantes de investigación que lo hayan marcado?
Si a mí me han marcado mucho todas las personas que han trabajado conmigo en investigación porque yo he dicho que esto es como los buses uno se monta en el bus y se baja cuando quiera así es la investigación, entonces cuando uno logra que un grupo de personas se mantengan por un semestre, dos semestres o varios semestres pues eso marca. A mí lo que más me ha traído alegría porque así fueron conmigo y así lo hicieron mis profesores, es ver a los estudiantes o a los que han estudiado con nosotros escribiendo a la par en libros y publicaciones verse así en el mismo nivel que su profesor, eso a mí me parece maravilloso porque indica que se ha podido ayudar de alguna manera a impulsar una idea de las personas, no formarlos porque cada cual se forma de acuerdo con sus criterios y su experiencia pero a veces se necesita un ejemplo o una persona que lo ayude con eso.
¿Qué proyectos tiene a futuro?
Permanentemente estamos trabajando en la elaboración de libros, he publicado algunos libros sobre el tema lavado de activos, la delincuencia económica y la delincuencia trasnacional. Pero mi proyecto fundamental es trabajar con los alumnos en estos momentos vengo pesimamente de revisar un libro con algunos egresados y profesores que fueron alumnos nuestros y que hoy son profesores de la facultad justamente sobre las nuevas tendencias del derecho penal económico, acabamos de terminar también un proyecto de investigación sobre el lavado de activos en el departamento del Tolima y proyectamos para el año entrante empezar una segunda fase de tolimenses por los valores que implicaría cual fue el real aporte jurídico que hicieron estas personas porque hasta ahora hemos hablado de la vida, del esfuerzo, de cómo llevaron su existencia, como le sirvieron como gobernantes al país pero ahora queremos hacer ya específicamente cual fue por ejemplo la contribución desde campo jurídico de Manuel Murillo Toro, de Darío Echandia, de Antonio Rocha, de Carlos Lozano todos esos próceres que nos han precedido en el mundo del derecho.