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Rueda de prensa: Florence Panoussian, Directora de la France-Presse para Colombia y Ecuador

Por: Laura Feria y Juliana Cerón
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Estudiantes: ¿Por qué decide trabajar para la AFP y qué le ha aportado a su vida profesional?

Florence: Yo empecé a estudiar Derecho en Francia y luego periodismo, porque la carrera  se hace después del pregrado en  una escuela especializada.  Estudié Derecho y Ciencia Política, luego hice una maestría y me presenté al concurso de Negocios. Aplique a la escuela de periodismo en París y a una en el Norte de Francia. Me salieron las dos, pero escogí la de París, porque ya vivía allá.  El trabajo con la agencia AFP siempre me llamó la atención porque me gustaba la idea de vivir afuera; no solo viajar por una semanita, sino vivir en el lugar. Lo bueno de la AFP es que te manda a un país por cuatro o cinco años, y le da a los periodistas la oportunidad de conocerlo mucho mejor a comparación de cuando vas por una semana o para cubrir un evento en particular.

E:¿Por qué decidió incursionar en el periodismo, después de haber estudiado Derecho público?

F: Porque al inicio quería ser abogada y quería viajar. Entonces,  después de pensarlo bien, y de estudiar Derecho, me di cuenta de que siendo abogada me sentía incapaz de defender a un criminal. Después me fui más por la Ciencia Política y me gustó abordar historias de ideas políticas, hacer investigación, salir al campo, a la calle y tomar fotos. En ese momento tomé la decisión de irme al lado del periodismo. Fueron dos años súper prácticos durante la carrera. Es como trabajar en un medio; estás en la escuela, pero estás en el campo todo el tiempo, haciendo radio, haciendo televisión, te toca hacer todas las técnicas del oficio y ahí descubrí que lo de viajar era lo mío y el mejor medio era la AFP.

E: ¿Por qué decidió cubrir el conflicto desde el punto de vista Latinoamericano y en especial el de Colombia?

F: Yo entré en la France-Presse en 1989, hace casi 30 años empecé con la práctica de campo en la escuela del periodismo. Ese momento fue clave para Colombia por la historia del conflicto con los narcos como Pablo Escobar. Entonces, como hablaba un poquito español, me pusieron a traducir muchos temas de América Latina y en particular de Colombia. Seguí la actualidad del país desde muchos años y no solo tenía la motivación de seguir el conflicto, tenía la motivación de venir a Colombia.

Yo pienso que en la AFP no sólo cubrimos el conflicto, cubrimos deportes, cultura y muchas cosas. La primera vez que me presenté para venir a Colombia no me salió el trabajo porque necesitaban un puesto de director, me contestaron que era demasiado joven y que tenía que seguir viajando. La segunda vez estaba en África, me dijeron: tú tienes que volver a París, ya viajaste lo suficiente. Regresé y la tercera vez que me presenté sí pude llegar a Colombia, un mes antes del anuncio del  Acuerdo de Justicia para que luego, un año después saliera el acuerdo de paz. Mi hijo que tiene 24 años actualmente y que también está en Colombia, me dijo: “Mamá tú no estás hecha para cubrir la guerra, estás hecha para cubrir la paz”, y me pareció súper bonito, porque además lo cuento como una anécdota. Yo nací en 1964 que es el año de nacimiento de las FARC  y cumplí años el 25 de agosto, el día anterior al anuncio del Acuerdo de Paz. Es como si tuviera el destino con Colombia con respecto a dar otra imagen de este país, no sólo del conflicto, no sólo de la cocaína. Esto me motivó a cubrir noticias que hablaran del proceso de paz, del proceso de reconciliación, del perdón, de las víctimas y todo lo que sigue que será muy interesante.

E: ¿Cuál es la experiencia que más ha marcado ese trabajo en la AFP durante estos 30 años?

F: Lo que más me ha impactado... yo diría que son muchas cosas. Una de esas fue la catástrofe de Venezuela en 1999; todos lo olvidaron, pero allí se sepultaron cientos de miles de personas, cuando la montaña de Caracas se cayó al mar por la lluvia y la tierra. La costa avanzó 3 km en el mar  llevándose todas las casas. Recuerdo que  era mi primera navidad en América Latina, yo llegué a finales de agosto de 1999 y me enviaron a Venezuela en diciembre. Estuve en Caracas el 24 de ese mes con todos los afectados, las personas que habían podido salir de sus casas y los sobrevivientes. Al siguiente día, el 25 de diciembre, nos fuimos a Vargas al otro lado de la montaña; allí encontramos casas sepultadas, muy parecido a lo que sucedió en Armero, era algo impresionante. Fue lo que más me impactó porque era el primer desastre natural que cubría con mayores incidencias y nadie decía nada porque era Navidad; en el resto del mundo se olvidó…

E: ¿Considera usted que hay alguna diferencia entre practicar periodismo aquí en Latinoamérica y practicarlo en otros países u otros continentes como Europa?

F: En la práctica misma, en la base, yo diría que no, porque hay que tener las mismas reglas. Pero en Colombia me resulta mucho más fácil hablar con la gente que en África. Me impacta la manera en que la gente da su nombre, su edad, su profesión, te habla y te cuenta sus historias. También se puede tener una cercanía con las personas a través de medios como el WhatsApp; hablas con políticos, con la presidencia, con las FARC, con el ELN y demás.  Todo el mundo tiene un grupo o un chat de WhatsApp. Fue aquí en Colombia que descubrí como esa aplicación facilita la comunicación, y por supuesto el trabajo periodístico. Lo complicado en este país es llegar a algunos sitios de por las condiciones topografícas.

E: A lo largo de su carrera ha tenido que desempeñar su profesión en diversos países, ¿Cómo ha sido esta situación para usted y para su familia?

F: Tengo la suerte de estar casada con un hombre maravilloso que me sigue desde hace 30 años; cambia de oficio cada vez que nos toca vivir en un país distinto. Tengo tres hijos que viajan con nosotros, cuando me salió el trabajo en Bogotá, dos de ellos eran mayores y la menor tenía 17 años. Todos vinieron a Colombia porque crecieron en Montevideo; entonces volver a América Latina era algo importante. ¡Por supuesto hay dificultades! porque pierden sus amigos, mi esposo perdió su oficio...es complicado en esa parte, pero todos resaltan las ventajas de esto. Son trilingües, pueden viajar a cualquier país y se suben a un avión como yo me subia a un bus a su edad. Además, conocen nuevas culturas, tienen la mente abierta a tal punto que cuando regresan a Francia se sienten extraños en su propio país.

E: ¿Considera que el periodismo la ha sensibilizado más como ser?

F:Quizas, pero no en una manera tan tonta como cuando era joven  porque te sensibiliza con más información, entonces a veces te das cuenta que hay cosas que te pueden parecer muy emocionantes y que al final es una manipulación.  Esto también te permite tomar distancia, emocionarte, sensibilizarte, pero también con algo de "a mí no me van a manipular". A diferencia de cuando eres joven y te manipulan,  es importante tener presente que el oficio del periodismo tiene como deber saber buscar que hay detrás de cada hecho y cada noticia. Debemos preguntarnos: ¿Por qué la gente me quiere contar esta historia? La respuesta es que el periodista es un medio entre la gente que tiene una historia y aquella que la quiere leer o escuchar, sin embargo, hay que tener cuidado en que esas personas que tienen la información no te quieran manipular.

E: Desde su experiencia, ¿Qué consejo le daría a los futuros periodistas para desenvolverse en un país donde los medios masivos están manipulados mayormente por grandes capitales?

F: Yo pienso que para ser un buen periodista en Colombia tienen que hacer mucha práctica y, sobre todo, tienen que evitar caer del lado del periodismo de opinión y  aferrarse a los hechos, verificar la información, los nombres, las cifras... ser muy riguroso. Yo pienso que todos los periodistas pueden desarrollar una carrera en cualquier medio, desde que sean periodistas de conciencia y con honestidad.

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