Recuerda que fue un día como cualquier otro, trabajando en el estudio, y entró a la página web de los Grammys, y buscó en la sección de nominados, hasta que vió su nombre junto con el nombre del disco. Nos cuenta que fue un día de mucha incertidumbre, cuando casi en último lugar encontró su nombre en la lista de candidatos para el premio. Su familia por otro lado experimentó asombro cuando se enteraron que Luis hacía parte de la lista de nominados y absoluta alegría al ganar. “Salté, grité, lloré, porque era el premio mayor a la música, y el haberlo ganado en tan poco tiempo, fue algo maravilloso”

Por otro lado, Luis comenta que a pesar de tener dificultades como en todo ámbito, le ha ido bastante bien, pero se ha tenido que enfrentar al reto de poder llevar a cabo su primer proyecto “relevante”, que es el que haría despegar la carrera. “Cuando no tienes trabajo o alguien quien te pueda recomendar, es complicado que te confíen un proyecto, y más difícil aún, que te paguen. Al principio tienes que regalarte en la música para que puedan apreciar lo que sabes hacer”. Recuerda cuando por allá en el 2016, estaba produciendo tres discos, y el disco duro donde tenía toda la información se le había estropeado. Por eso, tuvo que sacar de su propio bolsillo y tiempo el reponer de cero todo el progreso que ya tenía, tratar de redimirse con los clientes y pagarle de nuevo a los músicos de sesión.