Marlon José Luna Trujillo es un joven de 20 años que, como la mayoría de los adolescentes, ha tenido que vivir etapas buenas y malas en su corta vida, pero estos momentos le han ayudado para ser quien es, un muchacho como dicen por ahí “echado para adelante” y seguir su sueño de lograr grandes cosas por sí mismo.

Actualmente, cursa sexto semestre de Comunicación Social y Periodismo en la Universidad del Tolima y cuenta con el privilegio de estar becado por su buen rendimiento académico y alto puntaje en el ICFES. Marlon demuestra que “la condición de discapacidad más que física es mental”. Se graduó a los 16 años de la ENSI (Escuela Normal Superior de Ibagué) y aunque su sueño siempre ha sido ser piloto, la limitación visual que tiene de nacimiento no le permite cumplirlo. Al terminar su bachillerato quiso entrar a la universidad para demostrarse a sí mismo, y a todas las personas que piensan que por una discapacidad física no se pueden lograr las cosas, que en realidad todo es cuestión de querer y aprovechar lo que se ha adquirido gracias a esa limitación que se posee.

 

Cuando empezó a estudiar comunicación estaba muy enfocado hacia el periodismo deportivo y hacia la televisión, pero con el paso de la carrera se ha dado cuenta que le gustan varias ramas, una de ellas es la radio y aunque por su visión no puede pegarse completamente a los guiones, trata de memorizar sus líneas y hacer lo que más le gusta, improvisar. Estas cosas lo motivan para sentirse feliz y cómodo en lo que hace: “Uno se divierte haciéndolo, llega todos los días a soñar en su programa y como que no le da pereza que llegue el lunes, al contrario le da pereza que llegue el viernes porque vienen dos días en los cuales usted no va a ir a hacer lo que le gusta”.

Marlon se describe como un soñador y asegura que la única manera de la que se cumplen los sueños es con trabajo, demostrándose a él mismo y a su familia que las limitaciones solo existen en la mente, ya que se puede llegar a hacer grandes cosas, “uno se siente bien con uno mismo, porque sabe que lo logró aunque muchas personas lo han rechazado o le han dicho ‘no, usted no lo va a poder lograr’ y aun así uno llega a obtener a veces mejores resultados que personas que cuentan con sus cinco sentidos bien puestos”, y al momento de terminar eso es lo más gratificante para él.

 

Desde hace cuatro años está estudiando piano en el Conservatorio del Tolima y esto le ha ayudado a mantenerse ocupado en esos ratos libres que le deja la universidad. Además de estar 100% concentrado en el estudio, también le gusta jugar futbol en la calle; mucha gente cree que es complicado, pero él lo hace, lo disfruta y aunque se ha caído unas cuantas veces, es el deporte que hace que se levante y siga jugando.

 

Como todos ha tenido días difíciles. Sus compañeros no solo en el colegio sino ahora en la universidad, lo excluían de trabajos por creer que él no podía con las actividades. Pero con el paso de los días se ha hecho fuerte y ha aprendido a callar bocas demostrando lo que es capaz de hacer, con o sin la ayuda de alguien más. Todo lo contrario, ha pasado con los profesores. Según Luisa Fernanda Rojas profesora de Periodismo Deportivo en la Universidad del Tolima, lo que se hace es llegar a algunos acuerdos con el estudiante el primer día de clases, ya sea realizando los parciales o las actividades de forma oral en el aula o utilizando otros recursos que puedan incluir a todos, de esta manera se le da un acompañamiento y apoyo para que realice su proceso académico de manera normal.

 

La familia es la base de todo y para Marlon el apoyo de la suya ha sido muy importante en todo su proceso como persona. “El acompañamiento de mi familia siempre ha estado ahí, aunque para mí todo ha sido mucho más fácil gracias a que mi limitación es de nacimiento y la adaptación ha sido un proceso constante”, aunque cuenta con una escasa visión, sus otros sentidos se han desarrollado de una manera extraordinaria y logra percibir muchas cosas sin necesidad de verlas.